viernes, 8 de febrero de 2019

LO COMUN UN TEXTO DE 500 PALABRAS

Analizando el concepto de cotidianeidad, o en lo que emana ese concepto hacia la arquitectura, y me di cuenta de lo complejo del mismo, ya que lo cotidiano esta influenciado por el ambiente en que se desarrolla, por eso empiezo a pensar en la primera hora de la mañana de tres personas en distintos ambientes, no es lo mismo lo cotidiano para un urbanita que se levanta, desayuna lo que pilla en la nevera comprado en un gran centro comercial, sale corriendo a coger un transporte público atestado de gente, porque si usara el coche privado estaría hora y media solo en el atasco, con la simple compañía de la radio o de las canciones en el spotify, para llegar a su centro de trabajo, a su hora, si no ha sufrido la típicas incidencias (llueve llegaras dos horas más tarde por el atasco, si hace sol lo llevas de cara te encontraras el típico accidente por falta de visibilidad, además de lo común de caravana en sentido contrario por los mirones), vemos que esta todo el día rodeado de mucha gente que no conoce y con la apenas se interrelaciona. Que para persona de un pueblo de Segovia que tiene que ir a la capital a trabajar, que se levanta sin agobio y sin prisas, sabe que tardará 32 min y 40 seg en llegar a su lugar de trabajo, que aparcara en la puerta y esperara tomando café a sus compañeros. O para el campesino de los Campos de Castilla, que se levanta a las 5.00 a.m. porque tiene que dar de comer a su ganado, sacarlo a los pastos, mientras en el camino desayuna cualquier trazo de embutido con pan todo casero, nada procesado, para luego llegar al campo de labranza y trabajar de sol a sol en la más absoluta soledad, y deseando que no llueva para no mojarse, pero que tampoco haga mucho calor para no deshidratarse.

Y reflexionando, ves que la arquitectura debe aportar soluciones a los problemas cotidianos que ella misma ha creado, un ni contigo ni sin ti. Lo común para la arquitectura a la hora de pensar en ciudad en es seguir buscando el diseño de edificios en el que todos vivamos apelotonados (eso si con piscina y pista de padel), en el campo seguimos pensando en viviendas unifamiliares de grandes dimensiones. 

Y ante esto, pensé que hace 15-20 años lo cotidiano en arquitectura eran grandes obras faraónicas, de presupuestos desmesurados, toda pequeña ciudad quería su palacio de congresos y exposiciones, o su mega centro de cultura con un archivo kilométrico y hoy lo cotidiano, es no ver ninguna de esas obras. Y, me acorde de un articulo que leí hace unos años en El Mundo (cuando lo cotidiano era hablar de la crisis en el sector de la construcción), sobre la exposición que Francisco Mangado (Palacio de Congresos de Pamplona, Pabellón España Expo 2008) estaba realizando en Berlín e indicaba que el futuro de la profesión en España estaría en trabajar con lo cotidiano, debido a la falta de obra pública y era necesaria una mayor participación privada, dado que no se volvería a realizar esas obras de presupuestos desmesurados, y la Administración no aportaría dinero para hacer arquitectura. Es decir que tendríamos que pensar en una arquitectura pensada en recuperar lo que hay, trabajar con lo cotidiano, reformar lo que existe.

Por tanto, lo cotidiano nos condiciona nuestra vida, nuestra forma de ser, nuestra forma de sentir, nuestra forma de trabajar, condiciona todo pese a pasar muchas veces desapercibido a nuestro lado, no le damos valor alguno, porque es lo cotidiano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario